LOS GIRASOLES CIEGOS de José Luis Cuerda (2008)

Hacedme un favor... No vayáis a ver esta película. No os vais a perder nada porque el director tampoco nos ha querido ofrecer nada. Parece haberse conformado con orquestar algunos elementos, actores, figuraciones y alguna que otra desagradable recreación de pulsiones sexuales, pero si es que no, aún así, porque se ha limitado a hacer película lo que debía haberse quedado como un magnífico libro, como una estupenda y recomendable novela. No hay música, no hay una sensible y verdadera inspiración en su manufactura, no es un producto cuidado, es un producto de una manera consabida de hacer cine, una manera acostumbrada de hacer películas, y eso, debería haberlo sabido José Luis Cuerda, no es sinónimo de éxito o seguro para una película redonda o para no esperar críticas seguras acibaradas, porque de su director era mucho más deseable otro producto resultante.

El director peca de haber vuelto la espalda a posibles referencias cinematográficas, a temáticas ya tratadas o a conflictos morales muy bien expresados estéticamente antes por otros. Porque de haber sido así, no hubiera podido ser otro el resultado?

Uno puede ver perfectamente Expiación, esa magnífica obra de arte a todos los niveles. Ambas son películas que se apoyan en un conflicto íntimo, en un debate moral, sino muchos múltiples debates morales, y se adornan estéticamente en una época con marcados referentes históricos y sociales de distintos países, pero en ambas, junto con las evidentes, hay diferencias tangenciales.

Y ya puestos a ser quisquillosos, porque eso nos resulta barato a todos... Cree José Luis Cuerda que es creíble que un comunista como al que trata de dar vida con todo el patetismo del mundo Javier Cámara, sí, el hombre con barba de chivo blanca entre las tetas flácidas (los que vayáis a ver la película lo comprenderéis mejor), cree acaso que puede ser verosímil que un huido como ése en zona republicana, tras la Guerra Civil española, pueda vivir donde vive? Vivir como vive sí, es muy posible, pero donde vive...?

Puede ser creíble una decoración semejante...? Ojo, porque esto es grave... Acaso cree que van ir en masa los quinceañeros que no han vivido en casa de sus abuelas, las que fueron también mayores en la época de los setenta, y no van a reconocer perfectamente el anacronismo que supone la recreación que propone? Quizá ellos no, pero no resulta difícil percibir de entrada que hay continuamente un algo que no acaba nunca de cuajar... Y eso no es precisamente recrear algo en un contexto histórico reconocible.

Puede hacerme entender la necesidad de imágenes sexualmente desagradables? Acaso no habría habido formas infinitas de expresar lo que se pretende expresar, igual de transgresoramente pero sin llegar a lo desagradable...? Sabía el director que es más transgresora la sugerencia que lo explícito....?

Y por último, dónde está la música en el momento en el que se la necesita? Era cara o qué?

Estamos que vamos a los Oscar... Créaselo quien quiera.

Garci no ha sido santo de mi devoción, pero sólo un trailer suyo está más cuidado cinematográficamente que esta última película de Cuerda. Otra injusta elección que pretende representar a nuestro cine.

Maribel Verdú sorprende. El niño de El Orfanato está increíblemente correcto.Raúl Arévalo usa de su falta de naturalidad escénica para imprimirle a la recreación de su personaje un toque auténtico, pero o falla su voz o su pretensión le resulta pesada e inefablemente inconseguible, y eso se percibe... Es una actuación forzada, impostura sobre impostura. Y de Javier Cámara... Vaya tamaña decepción, porque me gustaba el actor, había conseguido dar con registros que le iban como anillo al dedo, pero esto ya, esto es ya un despropósito... Para esto mejor que vuelva Siete Vidas.

(Pero si hubo bostezos y chirriar de dientes en el cine a la hora de ser proyectada... Qué mal gastados 6 €!!!)