Todos nosotros hemos soportado muchas críticas a través de nuestra vida: por parte de padres, profesores, maestros y superiores, amigos, conocidos y desconocidos. En general la reacción que produce la crítica es de enfado y contradicción y eso se debe a que no sabemos criticarnos los unos a los otros. Cualquiera se cree capaz de mandar o criticar pero una buena parte de estas órdenes y de las críticas son inoportunas, inadecuadas y contraproducentes por la forma, el tono o la mayor o menor importancia que se les da.
Mandar y criticar a la gente, deprimiéndola o dejándola malherida es contraproducente. Herimos la sensibilidad ajena y rebajamos su adhesión y su productividad. Cuando la crítica es destructiva produce un colapso emocional, sobre todo cuando las emociones que se despiertan son la ira y la ansiedad. Por ello, hacer que una crítica sea constructiva es uno de los elementos clave de la Inteligencia Emocional.
Cualquiera es capaz de mandar y criticar mal. Podemos decir que quien manda mal no manda aunque mande. Es evidente que la crítica extremadamente dura provoca un sentimiento de odio. Esto se puede trasladar al trabajo ya que cuando un jefe critica a sus empleados, se desarrolla en los colaboradores un sentimiento interno de defensa. Se impermealizan contra los ataques exteriores y cuando la crítica vaya dirigida hacia algo realmente importante resultará inefectiva. Del mismo modo ocurre en el plano familiar o social, de amistades...
El que critica a la persona la ataca como a tal en todo su ser, y produce con ello una reacción de defensa y desaliento. Además criticar a la persona es algo ilógico, que genera antagonismos y enemistades.
Mandar y criticar a la gente, deprimiéndola o dejándola malherida es contraproducente. Herimos la sensibilidad ajena y rebajamos su adhesión y su productividad. Cuando la crítica es destructiva produce un colapso emocional, sobre todo cuando las emociones que se despiertan son la ira y la ansiedad. Por ello, hacer que una crítica sea constructiva es uno de los elementos clave de la Inteligencia Emocional.
Cualquiera es capaz de mandar y criticar mal. Podemos decir que quien manda mal no manda aunque mande. Es evidente que la crítica extremadamente dura provoca un sentimiento de odio. Esto se puede trasladar al trabajo ya que cuando un jefe critica a sus empleados, se desarrolla en los colaboradores un sentimiento interno de defensa. Se impermealizan contra los ataques exteriores y cuando la crítica vaya dirigida hacia algo realmente importante resultará inefectiva. Del mismo modo ocurre en el plano familiar o social, de amistades...
El que critica a la persona la ataca como a tal en todo su ser, y produce con ello una reacción de defensa y desaliento. Además criticar a la persona es algo ilógico, que genera antagonismos y enemistades.
Fuentes:
MailXMail.com
Decálogo para una crítica
1. Delimita el comportamiento, la actitud u opinión que quieres criticar y considera siempre antes la posibilidad de prevenir una reacción hostil.
2. Haz que tu crítica sea lo más específica posible, sucinta y directa, con un objetivo.3. Asegúrate de que lo que criticas es criticable y si no lo es, no lo critiques. Es simple, una perogrullada, pero piénsalo bien.
4. Usa enunciados en primera persona y eluda todo tipo de acusaciones o amenazas, insultos o mofas.
5. Asegúrate de que la otra persona entiende tu crítica y la razón de la misma. No farfulles ni hables demasiado rápido. La mejor de las críticas no sirve de nada si la persona que te escucha no te entiende.
6. No insistas demasiado.Una crítica larga hace ineludiblemente que la otra persona "desconecte". Los discursos suelen aburrir.
7. Ofrece incentivos u opciones para que se valore un cambio de comportamiento, opinión o actitud y comprométete a ayudar.
8. No dejes que tus propios sentimientos negativos tiñan lo que estés diciendo. Evita tonos de hostilidad o sarcasmo en tu voz, así como los gestos coléricos, tales como unos puños cerrados, un ceño fruncido o un dedo acusador, porque las actitudes no verbales deben servir para reforzar tus palabras en vez de contradecirlas o verse mermadas por una mala forma de transmisión de tu mensaje.
9. Demuestra siempre tu empatía con los posibles problemas u opiniones de la otra persona, reservándote tu crítica más visceral para el momento y el lugar adecuado (si la hubiera), sin olvidar que una crítica espontánea puede llevarte a decir cosas que realmente no deberías decir o a expresarlo de una forma destructiva.
10. Si tu crítica produce efectos positivos, reconócelo y agradécelo con sencillez y humildad.
8 comentarios:
No me gusta la crítica en general. Pero estoy de acuerdo en que es necesaria. Sobre todo aprender a hacerte auto crítica es lo mejor, porque la mayoría de las veces las críticas suelen ser hirientes y desacertadas, y cuando son acertadas es difícil de comprender para quien cree que su punto de vista es el acertado. Por eso la auto crítica es un pilar fundamental para aprender a comprender y entender la crítica. Un saludo!
a mi solo me parece bien una critica constructiva ,la destructiva sobra..Teníamos que estar todos para ayudarnos unos a otros y no para hundirnos como muchas veces hacemos.
Es mejor un buen amigo que te diga mira esto está mal,pero de corazón eso si que no que lo pase por alto y te deje en ese error.Pero cuando la critica viene de alguien que no te aprecia puede llegar a ser destructiva,y eso es lo que no deberíamos hacer,querer hundir al otro..
besos
Lo que he descubierto a lo largo de mi tiempo de vida, es que las personas que estamos acostumbradas a que nos critiquen hasta por el tono de voz, somos mas capaces de autocriticarnos y admitir la critica, que el que cree que es lo es criticable. Intenta decirle a alguien que no esta acostumbrado a recibir criticas porque cree y posee en su esfera esa posicion magnanima y veras como ni sabe admitirla y su comportamiento sera de los mas agresivo ante ella.
Las critica destructivas solo sirver para que esa persona se posicione de una forma mas enfrentada a lo que le estas diciendo. El ser constructivo resulta bastante dificil de aprender y sobre todo para los que creen que son mejores que tu...
Si no existiera la crítica, el panorama sería desolador. Lo que hace avanzar a una sociedad es su espíritu crítico, su capacidad para cuestionar las cosas y mejorarlas. Sin crítica, el arte y la ciencia habrían muerto. Sin crítica, la educación no valdría para nada. Pero es bueno saber criticar, utilizar el juicio crítico con afán constructivo y para corregir deficiencias. Me parece muy correcto el decálogo. Se podría ampliar o criticar, pero lo aplaudo y lo apoyo.
Soy de las que defiende la crítica... tanto la directa como la indirecta... la primera porque hay que hacerla con valentía y con efectividad, porque aprecias a la otra persona o porque sencillamente crees que está equivocada y hará un daño posterior. Luego está la crítica a terceras personas, pero que no dejan de ser muchas veces chismes sin más importancia, algunas veces por no ofender, otras por divertimento, pero dicen que todo el mundo critica o que la mitad lo hace a la otra mitad.
De todas formas el decálogo, aun siendo evidente, está más que bien y te hace reflexionar para la próxima e inevitable crítica.
Una de las artes más difíciles es el de la crítica: encontrar el tono justo, la argumentación adecuada.
Y saber encajar la crítica que le hacen a uno, por supuesto.
Algo que no está de moda pero debería darse más en todos los ámbitos y colectivos: la autocrítica. Todo debe nacer de ella.
¿Y quién no ha criticado alguna vez? Todos criticamos.
Pero normalmente nos dejamos llevar por los malos sentimientos, las críticas deben basarse en algo constructivo y hay que saberlas hacer de manera no hiriente.
Te echo de menos por mi blog. :(
Anika!
Lo siento Anika.. Pero te sigo, no creas que no!
Un besazo...
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