1/10/08

EL DESCUBRIMIENTO DEL AFECTO


Todos los días de aquel último invierno, esperaba sentado sobre el poyo de cemento levantado a modo de parada de autobús. Ella llegaba puntual, media hora antes de que comenzaran las clases. Yo le acompañaba hasta el aulario. Uno junto al otro, conversando de cosas triviales, infantiles.

Tenía cuatro años y ambos nos conocíamos desde hacía dos. Mi familiaridad con ella parecía entonces ser algo natural, de aquéllas que no se recuerdan cómo nacen y que se viven sin la idea de que pudieran dar por acabarse un día.

A veces le daba mi mano o era ella quien alargaba la suya, madura, con la suavidad de las arrugas viejas rozando las mías nuevas, y seguíamos caminando sobre el rocío de aquellas mañanas de silencio, por entre las calles de un pueblo helado.

Un día, como otros anteriores, bajó del autobús con los ojos enrojecidos. Llegaba con retraso esta vez. Al verme, se arrodilló delante de mí y me preguntó que porqué le esperaba todas las mañanas. Hacía cada vez más frío y podía enfermar. Le contesté que porque no quería que fuera sola al colegio, porque quería acompañarla. Al escucharme, brotaron de sus ojos grandes lagrimones emocionados y me abrazó tiernamente para darme el calor que desprendía el interior de su abrigo forrado de lana blanca.

Al tiempo que sus brazos me transmitían la calidez de su cariño, sentí entonces una intensa sensación de temor que me hizo salir corriendo.

Desde aquel día, esperaba la llegada del autobús para verla pasar a lo lejos, con una expresión ardiente de reconcentrado dolor que rompía el frío de su rostro gélido, azotado por el cierzo. Llegaba tras ella al mismo aula. Jugábamos. Nos enseñaba. Disfrutábamos. Pero su mirada hacia mí no dejó de ser la misma mirada que la de aquel día en que sentí el miedo de haber descubierto mi primer afecto.

28 comentarios:

mas de mi que de... lirio dijo...

Precioso!
Es verdad, cuanto asustan los afectos!
Besos, como siempre desde mi alma

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Miedo al primer afecto, miedo a querer? ¿o quizás miedo a sufrir? Lógico, y más con aquella corta edad.

Bonito post.

Un cordial saludo!

yoyoyo dijo...

Muy bonito post Carlos. Me ha encantado. Un saludo

Pedro Ojeda Escudero dijo...

En el fondo, todos hemos quedado huérfanos, de una manera u otra, de aquel primer afecto. Que nos hacía mejores y dolía, al mismo tiempo.
Bello texto.

la cocina de frabisa dijo...

Siempre se ha asociado el amor al sufrimiento y es increíble como desde bien pronto hacemos nuestro ese temor.

Afortunadamente cuando tenemos la madurez suficiente para analizar y racionalizar nos damos cuenta (los que nos damos cuenta, claro) que los miedos nunca conducen a ningún sitio bueno.

un beso

Jeanne dijo...

El descubrimiento del afecto....si, es verdad, es algo tan inconmensurable que no cabe en la cabecita de un niño tan pequeño.
Dulce dulce y muy dulce.

Es curioso pensar que somos, por encima de todo, un huracán de emociones que nos golpean, con el que golpeamos,........¡vivir es tan condenadamente maravilloso¡

¿No crees?

Germanico dijo...

Muy tierno. Me ha dado mucha ternura ella que ha sido mostrada como la mas vulnerable.

Saludos

JESUS y ENCARNA dijo...

miedo a querer... miedo a sufrir... lo extraño es darse cuenta tan pronto. Es un hermoso texto, tierno, muy tierno.
Besicos
Encarna

Lamia dijo...

¡Cómo me suena todo esto, Carlos!
Por cierto, has hecho un cambio de look, ¿no? Me he despistado un poco al entrar en la página.
Pero te sienta bien.

Yurena Guillén dijo...

Hermoso! Ufff... he recordado la primera vez que fui consciente de cuanto iba a sufrir. Saludos, Yurena.

Carlos LABARTA dijo...

MÁS DE MI QUE DE... LIRIO: qué sentimientos te han dado miedo?

CORNELIVS: cual fu el instánte en que descubriste tu capacidad de querer?

YOYOYO: cuál fue el último sentimiento que tuviste miedo de demostrar?

PEDRO OJEDA ESCUDERO: hay algún instante en tu vida en el que hayas sentido dolorosamente la orfandad de un sentimiento?

FRABISA. a qué edad descubriste que sufrir era amar? Te resulta fácil desprenderte de tus temores?

JEANNE: en qué momentos has sentido más pesada esa maravillosa condena?

GERMÁNICO: te atrae la vulnerabilidad porque también tú te has sentido dañado enla misma foram?

ENCARNA Y JESÚS: cuando es mejor darse cuenta de que padecemos de un temor?

LAMIA: te suena, te sabe, te toca? Porqué?

YURENA GUILLÉN: de qué te sirvió darte cuenta?

A VER COMO SALE ESTE DIÁLOGO INTEREACTIVO... MUCHAS GRACIAS...

josef dijo...

Un verdadero placer leerte y descubrir tu blog esta mañana. si no te importa anoto el link, volveré. Un saludo desde Madrid, España.

zoraida999 dijo...

Es el mas bonito, el que mejor se recuerda y si quieres hasta el mas limpio...

Carlos LABARTA dijo...

MODERATO_DOS_JOSEF: bienvenido a mis casa! Me alegra verte por aquí... Espero seguir viéndote y darte buenos motivos para que te quedes cuando quieras... Me pasé por la tuya y me perdí en el sinnúmero de blogs que tenías como administrador... Curiosearé en adelante para diferenciarlos y continuar viéndonos, aquí o allá... Muchas gracias!

Carlos LABARTA dijo...

ZORAIDA999: ...verdad? Jamás olvidaré a aquella profesora mía... Tengo un enorme cariño, guardo el que luego no supe desmotrarle... Pero me perdonó siempre, era un crío...

gamusino2 dijo...

Hermoso retorno a la ternura y pureza en el uso de las palabras, del que tú eres un maestro.

Delicado relato que nos permite sentir el frio invierno apaciguado con el calor del cariño naïf

Isabel Huete dijo...

Descubrir los sentimientos como algo propio y, quizá, incontrolado cuando eres niño da mucho miedo. Uno sabe que pasa algo pero no tiene claro qué es ni cómo manejarlo.
Muy bella esa historia.
Un besazo.

Isabel Huete dijo...

Descubrir los sentimientos como algo propio y, quizá, incontrolado cuando eres niño da mucho miedo. Uno sabe que pasa algo pero no tiene claro qué es ni cómo manejarlo.
Muy bella esa historia.
Un besazo.

Anika dijo...

Qué bonito has dejado el blog! Me gusta.
Exquisita elección de la música.
UN besito

Haideé Iglesias dijo...

¿Has encontrado alguna vez la respusta a este miedo?

Carlos LABARTA dijo...

GAMUSINO2: sonrojado me has! Tú, que eres un galán... Pues abrigos así faltan...

ISABEL HUETE: precisa y dando en el clavo, como siempre... Me alegra que te haya gustado... Voy a ver si me paso esta mañana por tu casa que hace días que no me siento por allí con usted!
Un besico y hasta ahora...

ANIKA: gracias! Me cuesta sudores hija! Si es que uno ha nacido en otra época... Las tecnologías no son mi fuerte...Te gusta Massive Attack? Esta canción es espléndida... Te digo lo mismo que a Haideé, busca la letra y verás que pedazo de poema... Precioso...! Muchos besicos!
Ya me pasé por la feria... Estupenda... Ya tengo el ojico echado a unos tomicos de una colección que por sentimentalismo voy completando cada poco... Pertenceía a mui abuelo y es una gran ilusión de siempre.. Y he encontrado más tomos!
Nos vemos!

Carlos LABARTA dijo...

HAIDEÉ: esa es la respuesta, la respuesta es este porqué de un temor, esta es la consciencia... Si me dices que cuál ha sido la solución y se ha resuelto y si no he seguido teniendo miedo al afecto a su demostración y cómo lo conseguí, no sabría responderte bien... Hay sentimientos que me cuesta expresar, pero soy sentimental en todo, a veces cariñoso y tal... Lo que sí veo claro es que me cuesta querer más a los que más quiero, toda una contradicción, pero sí que considero que debería demostrar mejor, que no más, mi cariño a ellos....

Has sentido este miedo?
Muack!
(Pregunta por pregunta, no?)

ANA HIMES dijo...

Me ha encantado!
Jo, escribes de maravilla, has logrado que me imagine y visualice perfectamente cada escena, cada gesto, cada puño abrazado...

Esta frase me ha parecido increíblem, preciosa:
"seguíamos caminando sobre el rocío de aquellas mañanas de silencio, por entre las calles de un pueblo helado".

Saludos!

Haideé Iglesias dijo...

No, nunca. Me considero afortunada. Si que he retenido sentimientos, pues veia que eran adicciones, no amor. No por miedo al afecto, sino por que sabia que no eran saludables. Y he querido de muchas maneras... muy, muy enriquecedor, tanto en lo malo como en lo bueno, yin-yang, necesarios para vivir y conocerse a uno mismo...
Me dices que a los que más quieres es a quienes menos lo demuestras. Yo ya estaría queriendo encontrar una respuesta. ¿Por qué? ¿Qué emoción es a la que tengo miedo? ¿Por qué a estos y no a otros?
Es la esecia de la vida, encotrar estas respuestas, sin azorase eso si, fluyendo... jajaja... si ya sé... si no se fluye ya es miedo...
Ya ves más preguntas :)
Un abrazo

Carlos LABARTA dijo...

ANA HIMES: Gracias por tus amables palabricas... JE! Sonrojado me he! Espero podwer seguir complaciéndote... Bienvenida! Pásate por mi casica cuando quieras!
He estado por ahí, por la tuya y no pinta nada, pero que nada mal... Otro descubrimiento más hoy!

Y tú... ¿Has tenido miedo a demostrar un afecto?

Carlos LABARTA dijo...

HAIDEÉ IGLESIAS: me tienes intrigadísmo... déjame preguntarte una vez más para finalizar con tu respuesta, si quieres ofrecernosla, ¿qué peso es el que no nos hace fluir, cuál el que puede ho hacerte fluir a ti?

Yurena Guillén dijo...

A tu pregunta... Supe que estaba encadenada a un afecto. Pasase lo que pasase, siempre sentiría con la misma intensidad. Saludos.

Carlos LABARTA dijo...

YURENA: y es tan difícl mantenerse en esa intensidad, tanto como dicen?
Muac!