Voy perdiendo relojes.
Minuteros y segunderos se me caen por las muñecas.
Estoy perdiendo las horas de mi pasatiempo. Los minutos.
No estoy en dónde creo estar
y el calendario me muestra fechas desvergonzado.
Ya he perdido los meses del hastío, los días...
Se ha pasado todo lo que no se queda aquí,
conmigo,
para moverme a mi vez por entre los cristales
como agujas
de la arena de mi reloj de lluvias. Reloj de aguas estancadas.
Perdí los años en los que no me encontraba
buscándome
volviendo a confundir el sueño
repitiendo las palabras que nunca quisiera decir.
Las vidas.
Disipadas opciones, siempre erróneas.
Sendas de satisfacción sin premio.
El nacimiento.
1 comentario:
Este poema de métrica libre me encanta, resulta muy contemporáneo, actual. Felicidades por seguir escribiendo para la gente de la blogosfera. Un besito
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